En función de la política de su gestión de cobros y pagos debe fijar:

1º. Porcentaje de ventas con pago aplazado que pretende llevar a descontar al banco. Y tipo de interés anual por el descuento comercial.

2º. Política de aplazamiento de cobro a los clientes, según el periodo de cobro sea de 30, 60, 90 o 120 días.

3º. Política de aplazamiento de pago a los proveedores, según el periodo de pago sea de 30, 60, 90 o 120 días.

Proveedores.

Se pueden definir proveedores como aquellas personas o empresas que venden bienes, prestan servicios o ejecutan obras. Los proveedores son un aspecto fundamental en la empresa ya que muchas veces dependemos de ellos para obtener facilidades de créditos. Ante una nueva empresa, éstos son reacios a vender a c/p o m/p, por lo que la presentación del plan de empresa o parte del mismo puede favorecer conseguir plazos de pago más favorable. Una herramienta indispensable es el PMP (Periodo Medio de Pago), ya que nos dice el plazo medio que tardamos en pagarles a nuestros proveedores.

Otro aspecto a tener en cuenta es adelantar o atrasar el pago, puesto que esto puede suponer grandes descuentos comerciales o por el contrario elevados costes. Los medios de pago más comunes son: cheques, efectos, pagarés, transferencia bancaria, letra de cambio, etc.

Clientes.

Se puede definir clientes como aquellas personas o entidades que adquieren nuestros productos o utilizan nuestros servicios. Los clientes son la razón principal de nuestra empresa, ya que sin ellos no tendría sentido la misma. Una herramienta fundamental para medir el plazo medio de días que nuestros clientes tardan en pagarnos es el PMC (Periodo Medio de Cobro).

Nuestra empresa tendrá que estudiar la posibilidad de concederles créditos a los clientes y que descuentos les ofreceremos a los mismos si pagan antes de lo previsto. De todas formas resulta muy interesante asegurarnos de una u otra forma el cobro de los clientes, con las numerosas herramientas que existen.

La empresa puede decidir acudir a las entidades financieras al descuento comercial como una forma de adelantar el flujo de tesorería de sus operaciones comerciales. Debemos considerar que el descuento comercial lleva implícito un coste bancario.